denza neblina

-Ok.... pero te advierto que soy pesima compitiendo. Digo estallando en carcajadas.

-Perderías la apuesta. -Digo riendo- prue cuando estoy nerviosa sy algo tope.

Me rio.
-Es que cuando estoy contigo no me pongo nerviosa para nada. Digo.

Me río.
-Bueno...., siempre podrias usar un Felix felicis. Digo bromeando.

-Si es contigo yo iría hasta el infinito, si me lo pidieras. Contesto.

Miro al bicho... miro a Sael y cojo su mano y me monto.
-Venga vamonos. Digo sonriendo, tan ilusionada como una niña pequeña en Navidades.

Miro como nos vamos acercando a las estrellas.
-Tan hermoso que cuesta trabajo pensar que esto es real. Digo con un hilo de voz, maravillada.

Respiro el aire nocturno.
-Es un regalo maravilloso... ni con un obliviate podría olvidarlo.
Veo que las estrellas se "acercan" a nosotros... sabiendo que no puedo alcanzarlas extiendo los brazos hacia arriba intentando cogerlas con mis manos.
-Es maravilloso.

Mis ojos se iluminan.
-Guauu, no lo sabía... siempre creí que eso era imposible. Pero ahora veo que no. Digo sonriendo alegre e inocente, como una niña pequeña en Navidades.

Veo lo que hace y me río.
-Eres maravilloso. Esto sí que es magia y lo demás son tonterías. Digo sonriendo mostrando los dientes.

Miro las estrellas con ansiedad, como si me despertasen de una pesadilla. Poco a poco me relajo y dejo que su luz ilumine mi alma y mi mirada. Sael no tiene idea de lo que me ha regalado: esperanza.

Suspiro.
-No tienes ni idea de lo que me has regalado ¿Verdad? me has regalado esperanza. Y me has puesto el lisón muy alto. Digo observándole, cautivada.